¿Cómo se llama el Palenque que hay todavía en Colombia y cuáles son las características de las personas que viven allí?

Palenque colombia mapa

La raza y la etnia en Colombia descienden principalmente de tres grupos raciales -europeos, amerindios y africanos- que se han mezclado a lo largo de los últimos 500 años de la historia del país. Algunos demógrafos describen a Colombia como uno de los países con mayor diversidad étnica del hemisferio occidental y del mundo, con 900 grupos étnicos diferentes. La mayoría de los colombianos se identifican a sí mismos y a los demás según su ascendencia, apariencia física y estatus sociocultural. Las relaciones sociales reflejan la importancia concedida a ciertas características asociadas a un determinado grupo racial. Aunque estas características ya no diferencian con exactitud las categorías sociales, siguen contribuyendo al rango de la persona en la jerarquía social. Una investigación genética de la Public Library of Science (PLOS) determinó que el colombiano promedio (de todas las razas) tiene una mezcla de europeo 62,5%, amerindio 27,4% , africano 9,2% y asiático 0,9%[2] Estas proporciones también varían ampliamente entre las etnias.

Colombia reconoce oficialmente tres grupos étnicos minoritarios: la población afrocolombiana, la indígena y la romaní. La población afrocolombiana está formada principalmente por negros, mulatos, raizales, palenqueros y zambos (término utilizado desde la época colonial para designar a los individuos de ascendencia mixta amerindia y negra). Una resolución del Ministerio del Interior y de Justicia de 1999 reconoció a la población gitana como un grupo étnico colombiano, aunque los gitanos no fueron reconocidos en la Constitución de 1991 (a diferencia de las poblaciones afrocolombianas e indígenas). Las estimaciones varían ampliamente, pero el censo de 2018 encontró que las poblaciones de las minorías étnicas habían aumentado significativamente desde el censo de 1993, posiblemente debido a la metodología utilizada. En concreto, informó de que la población afrocolombiana representaba el 6,68 por ciento de la población nacional; la amerindia, el 4,31 por ciento; y las demás, como la romaní o la asiática, el 0,06 por ciento[3].

Gran Judá

Este artículo es el resultado de una investigación etnográfica realizada con mujeres negras de San Basilio de Palenque, una comunidad negra situada en el Caribe colombiano. Estas mujeres trabajan como vendedoras ambulantes de diferentes tipos de dulces en territorios colombianos y países vecinos. Mi etnografía siguió el movimiento de las mujeres palenqueras que circulan con dulces, con el fin de examinar las dinámicas, movimientos, interacciones y significados de esta actividad en términos de raza, género y relaciones laborales. Las mujeres encuentran dignidad social en el universo de los dulces, a pesar de afirmar y experimentar efectos nocivos en sus cuerpos -es decir, a pesar de reconocer que la venta de dulces es un trabajo que puede matar, y que las convierte en “esclavas”- y expresan valoraciones y emociones positivas sobre el trabajo. Este doble significado del trabajo con dulces impregna las descripciones presentadas en este artículo. El oficio les ofrece una estrategia marginal y ambigua que les permite sobrevivir y promover su movilidad social, especialmente invirtiendo las ganancias materiales en la educación formal de sus hijos, y la sensación de que esta estrategia marginal, aunque sea difícil, les proporciona autonomía y dignidad.

La Tierra del Olvido feat. Carlos Vives | Playing For Change

Palenque25 minutos Save Share Tweet EmailEl constante latido de la vida en el primer pueblo libre de las AméricasPalenque es una película hecha de ritmos. Ritmos musicales, ritmos cotidianos, ritmos visuales. Ritmos de trabajo, de palabra y de juego. También es una película que rompe su propio ritmo, cambia de enfoque y no se explica. Encantadora y desafiante, nos sumerge en un lugar y una comunidad distintos a los demás, San Basilio de Palenque, que se encuentra en las estribaciones de la ciudad portuaria de Cartagena, en Colombia.

San Basilio, el primer pueblo de africanos esclavizados en América que se liberó de las potencias coloniales europeas, es también el único palenque (que significa “ciudad amurallada” o “fortaleza”) que ha sobrevivido, nombre que se da a las comunidades de africanos que escaparon de la esclavitud en Colombia y vivieron de forma autónoma, a menudo trabajando para liberar a otros esclavizados. En 2005, la UNESCO declaró el espacio cultural distintivo de San Basilio de Palenque “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad”. La cultura de la ciudad sigue profundamente vinculada a sus raíces africanas, con “complejos rituales funerarios y prácticas médicas… evidencia de los distintos sistemas espirituales y culturales que enmarcan la vida y la muerte en la comunidad de Palenque. Las expresiones musicales … acompañan las celebraciones colectivas, como los bautizos, las bodas y las festividades religiosas, así como las actividades de ocio”.

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Los cambios y fracturas introducidos por los procesos de patrimonialización de la UNESCO, desatados en el Caribe colombiano desde principios de los años noventa, han sido especialmente agudos en lo que se refiere a las prácticas musicales. De hecho, ocho de cada diez prácticas colombianas inscritas en las listas de patrimonio de la UNESCO están basadas en la música o fuertemente relacionadas con ella. Este artículo se centra en las formas en que la champeta -una identidad urbana basada en la música y elaborada en la ciudad de Cartagena desde mediados de la década de 1980- ha participado en procesos oficiales y no oficiales de patrimonialización, en los que los practicantes han luchado por revisar la carga localmente impugnada y racializada que soporta su práctica cultural. Al profundizar en los objetivos afrocéntricos planteados por los afrodescendientes y los pioneros de la música champeta -nacidos de una nueva versión caribeña de estilos musicales “africanos” como el soukous- este proceso de patrimonialización basado en la comunidad se revela como insensible a las formaciones de poder hegemónicas, desafiando así a quienes participan en la creación de listas de patrimonio. Este artículo problematiza la relación entre el patrimonio material e inmaterial de Cartagena, evaluando el impacto de la aplicación de medidas de salvaguardia en los monumentos materiales, especialmente los relacionados con la historia colonial y la esclavitud. También explora cómo el multiculturalismo y el patrimonio se han convertido en escenarios de lucha política en Colombia, configurando así bases sociales y académicas para debatir cuestiones como la propiedad cultural, la identificación racial, las genealogías musicales y la agitación política.