¿Cuál es la función principal de la empresa en la sociedad?

El propósito de las empresas

Las empresas se centran cada vez más en la responsabilidad social, ya sea defendiendo los derechos de la mujer, protegiendo el medio ambiente o intentando erradicar la pobreza, a nivel local, nacional o mundial. Desde un punto de vista óptico, las empresas socialmente responsables proyectan una imagen más atractiva tanto para los consumidores como para los accionistas, lo que repercute positivamente en sus resultados.

Adoptar políticas socialmente responsables contribuye en gran medida a atraer y retener a los clientes, lo que es esencial para el éxito a largo plazo de una empresa. Además, muchas personas están dispuestas a pagar una prima por los productos, sabiendo que parte de los beneficios se destinarán a causas sociales cercanas y queridas.

Asimismo, las empresas pueden ver incrementado el tráfico de personas si mejoran la comunidad local. Por ejemplo, los bancos que conceden préstamos a los hogares con bajos ingresos son capaces de ver un aumento del negocio, como resultado directo.

Las empresas socialmente responsables tienden a atraer a empleados deseosos de marcar la diferencia en el mundo, además de cobrar un sueldo. En las grandes empresas, la unión hace la fuerza, ya que los esfuerzos colectivos de los empleados pueden lograr resultados sustanciales, lo que aumenta la moral en el lugar de trabajo e impulsa la productividad.

Qué es la RSC

Al igual que las finanzas y el marketing, la ética se ha convertido en una función empresarial esencial. Pero, ¿por qué? En este blog, exploraremos las principales razones por las que la ética empresarial es importante tanto para las empresas como para los profesionales de los negocios en ciernes.

Las empresas establecen la ética empresarial para promover la integridad entre sus empleados y ganar la confianza de las principales partes interesadas, como los inversores y los consumidores. Si bien los programas de ética empresarial se han vuelto comunes, la calidad varía. Según la Encuesta Global de Ética Empresarial (GBES) de 2018, menos de uno de cada cuatro trabajadores estadounidenses cree que su empresa tiene un programa de ética “bien implementado”.

Casi todas las empresas tienen ahora un programa de ética empresarial. En parte, esto se debe a que la tecnología y la comunicación digital han facilitado la identificación y publicación de los errores éticos. Para evitar las implicaciones negativas, las empresas están dedicando más recursos a la ética empresarial. En una encuesta realizada a contables, por ejemplo, el 55% dijo que cree que la importancia de la ética empresarial seguirá creciendo en los próximos tres años. Además de establecer programas formales, las empresas están creando lugares de trabajo éticos mediante la contratación del talento adecuado. La “alta integridad y honestidad” es la segunda habilidad más importante para los líderes empresariales, según una encuesta reciente. Los profesionales de la empresa de hoy deben comprender el vínculo entre la ética empresarial y el éxito de la empresa.

Cuál es el objetivo principal de una sociedad

Una societas Europaea (latín clásico: [sɔˈkɪ.ɛtaːs eu̯roːˈpae̯.a] latín eclesiástico: [soˈtʃi.etas eu̯roˈpe.a]; “sociedad europea” o “empresa”; plural: societates Europaeae; abbr. SE) es una sociedad anónima registrada de acuerdo con el derecho de sociedades de la Unión Europea (UE), introducido en 2004 con el Reglamento del Consejo sobre el Estatuto de la Sociedad Anónima Europea[2]. Una sociedad de este tipo puede transferirse o fusionarse más fácilmente con sociedades de otros Estados miembros.

La legislación nacional sigue complementando las normas básicas del Reglamento sobre constitución y fusiones. El Reglamento de la Sociedad Europea se complementa con una Directiva sobre la implicación de los trabajadores que gestiona las normas de participación de los trabajadores en el consejo de administración de la sociedad. También existe un estatuto que permite las Sociedades Cooperativas Europeas.

La SE debe tener un capital mínimo suscrito de 120.000 euros, según el apartado 2 del artículo 4 de la directiva, sin perjuicio de que, cuando un Estado miembro exija un capital mayor para las empresas que ejerzan determinados tipos de actividades, el mismo requisito se aplicará también a una SE con domicilio social en ese Estado miembro (apartado 3 del artículo 4).

Por qué es importante la ética empresarial

Sin embargo, aunque los líderes tomen medidas para revitalizar a su gente y a sus organizaciones, los más previsores ven una oportunidad mayor: la posibilidad de aprovechar los logros relacionados con la pandemia y reexaminar (o incluso reimaginar) la identidad de la organización, su funcionamiento y su crecimiento.

En este artículo, sintetizaremos las lecciones de nuestra experiencia y de una nueva investigación sobre las prácticas organizativas de 30 de las principales empresas para destacar cómo las empresas pueden organizarse mejor para el futuro. Aunque ninguna organización ha descifrado aún el código, la experimentación en curso sugiere que las empresas preparadas para el futuro comparten tres características: saben quiénes son y qué representan; operan con una fijación en la velocidad y la simplicidad; y crecen aumentando su capacidad de aprender, innovar y buscar buenas ideas independientemente de su origen. Al adoptar estos fundamentos -a través de los nueve imperativos organizativos que los sustentan- las empresas mejorarán sus probabilidades de prosperar en la próxima normalidad.

El concepto de antifragilidad del autor Nassim Taleb es instructivo. “El resistente”, escribe Taleb, “resiste los choques y se mantiene igual; el antifrágil mejora”. Para más información, véase Nassim Nicholas Taleb, Antifragile: Things That Gain from Disorder, New York, NY: Random House Trade Paperbacks, 2012.