¿Cuáles son las empresas que más contaminan el medio ambiente en Colombia?

La contaminación del agua en Colombia

El sector de las materias primas es un factor importante en el desarrollo económico de Colombia. Supone alrededor del 8% del producto interior bruto (PIB) y emplea a unas 750.000 personas. Se extrae petróleo, gas natural y carbón, así como minerales y metales en menor medida. El sector de las materias primas es responsable de alrededor del 34% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero en Colombia, lo que significa que el cumplimiento de las ambiciosas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) para la protección del clima sólo será posible mediante una reducción significativa de las emisiones.

Según el actual plan de desarrollo nacional, la cantidad de PIB generada por el sector de las materias primas va a aumentar casi un 10%. Sin embargo, hay que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Las necesidades medioambientales deben ser consideradas como más importantes en la extracción y el procesamiento de las materias primas.

La industria de las materias primas en Chile (principalmente la minería del cobre) aporta el 60% de los ingresos por exportación y es, por tanto, una de las ramas más importantes de la economía. Representa el 12% del PIB. Más de 850.000 empleos dependen de esta industria. La industria de las materias primas también es perjudicial para el medio ambiente: Las minas chilenas consumen alrededor de un tercio de toda la energía producida por el país y contaminan la atmósfera de la Tierra con más de 14 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año. Esto es 1,5 veces las emisiones de Stuttgart

Contaminación en Colombia

Ambientalmente, Colombia es un país megadiverso desde su terreno natural hasta su fauna biológica[1] Su biodiversidad es el resultado de su ubicación geográfica y su elevación[2] Es el cuarto país sudamericano más grande y el único país de Sudamérica que tiene costas en el Pacífico y en el Mar Caribe[3] El terreno de Colombia se puede dividir en seis zonas naturales principales: El Caribe, el Pacífico (incluyendo la selva biogeográfica del Chocó), la región de la Orinoquía, la región de la Amazonia, la región andina y la región insular[3]. El 52,2% del medio ambiente está formado predominantemente por las cuencas de los Andes, la Amazonia y el Pacífico, seguidas por la cuenca del Orinoco en un 13,9%, los Andes y el Caribe[3] Los Andes tropicales, el Chocó y el Caribe se consideran puntos calientes de biodiversidad, lo que hace que estas zonas corran un alto riesgo de concentración de actividades colonizadoras. [Colombia alberga más de 1800 especies y cada año se detecta al menos una nueva especie[2]. Décadas de guerra civil y disturbios políticos han impedido la investigación biológica y ambiental en Colombia[2]. La agitación política en Colombia cataliza la alteración de los patrones de la tierra a través de los cultivos de coca y opio, la reorientación de las actividades extractivas y el abandono de la tierra en algunas áreas[1].

Colombia

Hacia finales del siglo XIX, la ciudad se enfrentó a la necesidad urgente de nuevas infraestructuras, debido a las exigencias de transformación de su imagen y de las condiciones de vida de sus habitantes. La modernización de Bogotá exigía la transformación de los espacios públicos y privados siguiendo los paradigmas europeos y norteamericanos de higiene, ornamentación y moralidad. Mientras la ciudad crecía en población e infraestructura, el volumen de residuos producidos por la población también aumentaba. La materialidad y la colocación de los residuos en el entorno urbano cambiaron rápidamente. Surgieron nuevas industrias: las fábricas de cemento, textil y papel se sumaron a las industrias del vidrio, la cerveza, la fabricación de jabón y el procesamiento de alimentos de finales del siglo XIX. La economía capitalista industrial no sólo trajo consigo el asentamiento de una nueva clase trabajadora en determinadas zonas urbanas, sino que también supuso un reto para los ríos urbanos que desempeñaban un papel fundamental como parte del sistema de residuos. Esto inició un proceso de domesticación del agua impulsado por la tecnología que fue paralelo a la intensificación de la contaminación del agua.

Cuestiones medioambientales en Colombia

En Bogotá, Colombia (una de las ciudades más grandes de América Latina), las concentraciones ambientales de PM10 y PM2,5 suelen estar muy por encima de las normas nacionales de calidad del aire (Franco, 2012; Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales [IDEAM], 2016). Aún más alarmante, durante la última década, las concentraciones anuales de PM10 y PM2,5 fueron más de dos veces superiores a los valores de referencia de la Organización Mundial de la Salud. Estudios recientes demostraron que Bogotá se encuentra entre las primeras ciudades del mundo por la duración de los tiempos de viaje (INRIX, 2018), y que la exposición de los ciudadanos que se desplazan por la ciudad con medios de transporte tanto públicos como privados puede ser peligrosa para la salud (Franco et al., 2016; Morales et al., 2019).

Esto es preocupante ya que el gobierno nacional de Colombia afirmó que en Bogotá cerca del 10% del total de muertes son atribuibles a la contaminación del aire urbano, lo que representa costos equivalentes al 2,5% del producto interno bruto de la ciudad (Departamento Nacional de Planeación [DNP], 2017). Además, las autoridades locales de salud pública han identificado las enfermedades respiratorias como la principal causa de morbilidad y mortalidad de los niños menores de 5 años (Hernández-Flórez et al., 2013).