¿Qué empresas no contaminan el ambiente?

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Sabemos que debido a los resultados del cambio climático, muchas empresas se ven y se verán en el futuro, muy afectadas de muchas maneras diferentes. Sin embargo, muchas no saben qué pueden hacer para ayudar a combatirlo. He aquí 10 acciones que todas las empresas pueden poner en marcha para aportar su granito de arena en la lucha contra el calentamiento global.

El primer paso para cualquier empresa que quiera reducir su impacto en el planeta y el medio ambiente, y por tanto ayudar a reducir el cambio climático, es medir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Para ello, hay muchas agencias privadas que cuentan con la certificación de la huella de carbono y pueden ayudar a las empresas a medir sus emisiones de CO2.

Una vez conocidas las emisiones de GEI, hay que analizarlas para ver qué actividades de la empresa son las más contaminantes. Una vez hecho este análisis, las empresas pueden empezar a estudiar soluciones para reducir sus emisiones.

Apagar las luces de la oficina por la noche, bajar ligeramente la calefacción o el aire acondicionado o desenchufar los aparatos cuando no se necesitan son algunas buenas acciones que las empresas pueden poner en práctica. Además, prestando más atención a otras acciones de la rutina diaria, las empresas pueden reducir ligeramente su consumo de energía y, por tanto, su impacto en el clima.

Informe de los grandes del carbono

Este gigante mundial dice estar comprometido e invertir en la sostenibilidad. Se ha fijado el objetivo de alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2040 y de alimentar sus operaciones con energía 100% renovable para 2025. Algunas iniciativas apoyan un futuro más sostenible para la empresa, pero muchos de sus valores fundamentales promueven prácticas insostenibles.

En el fondo, la empresa fomenta el consumismo y aboga por un envío más rápido para los clientes. Las sugerencias de opciones de envío más ecológicas se han dejado de lado por miedo a alienar a los clientes, pero los informes muestran un nuevo plan: camiones de reparto eléctricos. Si Amazon implementa su nueva flota de vehículos de reparto, podría transformar su reputación de empresa insostenible.

El modelo de negocio de Netflix es insostenible. Su tendencia a iniciar proyectos de gran presupuesto y terminarlos después de una sola temporada es un desperdicio de materiales y recursos. Además, su modelo de negocio fomenta el uso de Internet, contribuyendo al tráfico digital colectivo y al consiguiente uso de energía. Los combustibles fósiles proporcionan electricidad a nivel mundial, lo que significa que cuanto más se utilice Internet, mayores serán las emisiones diarias.

Quién es responsable del cambio climático

A estas alturas, se sabe que algunas partes de la vida moderna causan daños al medio ambiente: volar al extranjero, usar artículos de plástico desechables e incluso conducir hacia y desde el trabajo, por ejemplo. Pero cuando se trata de nuestra ropa, los impactos son menos evidentes.

A medida que los consumidores de todo el mundo compran más ropa, el creciente mercado de artículos baratos y nuevos estilos está haciendo mella en el medio ambiente. De media, la gente compró un 60% más de prendas en 2014 que en el año 2000. La producción de moda supone el 10% de las emisiones de carbono de la humanidad, seca las fuentes de agua y contamina ríos y arroyos.

Muchas de esas fibras son de poliéster, un plástico que se encuentra en un 60% de las prendas. La producción de poliéster libera de dos a tres veces más emisiones de carbono que el algodón, y el poliéster no se descompone en el océano.

Un informe de 2017 de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) estimó que el 35% de todos los microplásticos -piezas muy pequeñas de plástico que nunca se biodegradan- en el océano provienen del lavado de textiles sintéticos como el poliéster.

Emisiones de Co2 por países

Si queremos evitar los efectos más perjudiciales del cambio climático, los países deben colaborar para limitar la contaminación y mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados. Pero los países difieren en sus enfoques hacia la regulación medioambiental. Esto marca la diferencia. Una nueva investigación revela que las empresas, que son las que más contribuyen a las emisiones de CO2, emiten menos CO2 en sus países cuando la normativa medioambiental nacional es estricta. Sin embargo, estas empresas también emiten más en el extranjero, sobre todo en países con normas medioambientales más laxas. Afortunadamente, los mayores niveles de emisión en el extranjero no compensan la reducción en casa. Pero los resultados sugieren que para que el progreso se acelere, los países tendrán que tomar medidas colectivas para reducir aún más los niveles globales de emisión.

Si queremos evitar los efectos más perjudiciales del cambio climático, los países deben colaborar para limitar la contaminación y mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados. Pero los países difieren en sus planteamientos sobre la regulación medioambiental. Algunos intentan reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) aplicando políticas medioambientales estrictas. Otros están considerando retirarse del Acuerdo de París diseñado para combatir colectivamente el cambio climático, o ya lo han hecho.