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Metas y objetivos de la política
Por ejemplo, si ha elaborado su propia política de conducción, el principio que la sustenta podría ser la preservación de la vida mientras se conduce. Sin embargo, la política puede tener varios objetivos no necesariamente relacionados directamente con el principio subyacente.
Siempre se confunde la diferencia entre metas y objetivos, pero no son lo mismo. La mensurabilidad siempre se considera un principio importante a la hora de establecer objetivos. En relación con las metas políticas anteriores, podrían ser objetivos políticos los siguientes.
Es perfectamente posible redactar una política que no tenga objetivos medibles y que sirva para las necesidades de la organización. Las metas son probablemente suficientes, pero si hay que escribir objetivos, al menos la tabla anterior ofrece algún ejemplo.
Tal vez sea más importante que los objetivos de la política la orientación escrita contenida en ella, que ayuda al lector a entender lo que tiene que hacer para cumplir la política. Estas orientaciones escritas deben estar muy bien redactadas, ser inequívocas y claras; de lo contrario, la política será de poca utilidad.
Ejemplos de objetivos políticos
Hay dos ámbitos políticos que tienen un fuerte impacto en la economía nacional y su desarrollo. La primera de las dos políticas, que están diseñadas para complementarse entre sí, es responsabilidad de los gobiernos, más exactamente es formulada por el ministro de finanzas. Se trata de la política fiscal. La segunda, la política monetaria, la diseña el banco nacional. Para dejar clara la diferencia entre ambas me gustaría explicar ambas políticas como introducción al tema de este trabajo.
“La elección de los programas de impuestos y gastos por parte del gobierno, que influye en la cantidad y el vencimiento de la deuda pública, así como en el nivel, la composición y la distribución de la producción y la renta nacionales. Existen muchos indicadores resumidos de la política fiscal. Algunos, como el superávit o el déficit presupuestario, son estrictamente presupuestarios. Otros intentan reflejar aspectos de cómo la política fiscal afecta a la economía. Por ejemplo, una disminución del superávit presupuestario estandarizado (o un aumento del déficit presupuestario estandarizado) mide el estímulo a corto plazo de la demanda que resulta del aumento del gasto o de la reducción de los impuestos. La brecha fiscal mide si la política fiscal actual implica un presupuesto lo suficientemente cercano al equilibrio como para ser sostenible a largo plazo. La brecha fiscal representa la cantidad en la que habría que aumentar los impuestos, o recortar el gasto, para evitar que la relación entre la deuda y el PIB aumente para siempre. Otras medidas importantes de la política fiscal son las relaciones entre el total de impuestos y el total de gastos con respecto al PIB”[1] En la forma de decidir sobre la cantidad de gastos y las premisas para el gasto, la política fiscal es una herramienta importante para el gobierno para establecer las condiciones macroeconómicas[2].
Cuáles son los objetivos de las políticas públicas
En el África subsahariana y en los países andinos, los organismos multilaterales abogaron por asignar los presupuestos públicos a los programas de enfermedades más eficientes, elegidos en función de los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) y los años de vida ajustados por calidad (AVAC). El supuesto aumento de la eficiencia se utilizó para justificar ante médicos y enfermeras la idea de descargar la prestación de cuidados individuales de las obligaciones de los servicios públicos. Sin embargo, en la práctica, los AVAD y los AVAC rara vez se utilizaron para definir las prioridades de control de la enfermedad. La planificación no pudo ser su motivo, porque la metodología subyacente implicaba una amplia recopilación de datos, estaba viciada por importantes incoherencias (por ejemplo, se basaba en la eficiencia en la asignación en lugar de en la eficiencia productiva) [13], y probablemente nunca se pretendió trasladar a la práctica política real [14]. Aunque la disponibilidad de fondos para las Iniciativas Sanitarias Globales (IGS), más que los AVAD y los AVAC, parecía ser el factor clave que desencadenaba los nuevos programas internacionales de control de enfermedades, estos indicadores ocupaban un lugar destacado en las justificaciones teóricas de las políticas de los LIC, revelando así la importancia de la ideología en la ciencia de la salud pública y el papel de la ciencia en la reproducibilidad de los sistemas sanitarios.
Diferenciar entre estrategia política y objetivo
Las cuestiones medioambientales suelen referirse a los conflictos entre los usuarios de los recursos, la asignación de los mismos o los efectos sobre el medio ambiente. Estas cuestiones pueden representar un problema existente o un problema potencial derivado del probable uso futuro de los recursos. Un problema puede estar relacionado con los efectos acumulativos de muchos usos de los recursos o de una serie de propuestas individuales. Un problema también puede estar relacionado con la necesidad de tomar medidas positivas para corregir la ausencia de políticas o los fallos de las mismas, o para promover efectos positivos (por ejemplo, proyectos de mejora o restauración).
Las cuestiones deben derivarse de las pruebas y los hechos, y las relativas a los valores (como la amenidad): mediante consulta. Las cuestiones potenciales deben comprobarse para ver si deben incluirse en el plan y gestionarse a través de él.
Un objetivo es una declaración de lo que se va a conseguir con la resolución de una cuestión concreta. Los objetivos indican claramente lo que se pretende conseguir para superar el problema o promover un resultado positivo, o lo que la comunidad ha expresado como deseable para resolver un problema. Los objetivos suelen estar redactados de forma positiva y deben ser lo suficientemente claros como para proporcionar las metas que las políticas pretenden alcanzar.