¿Qué es la alienación económica?

Significado de la alienación

La teoría de la alienación de Karl Marx describe el alejamiento (en alemán: Entfremdung) de las personas de los aspectos de su naturaleza humana (Gattungswesen, ‘esencia de la especie’) como consecuencia de vivir en una sociedad de clases sociales estratificadas. La alienación del yo es una consecuencia de ser una parte mecanizada de una clase social, cuya condición aleja a la persona de su humanidad[1].

La base teórica de la alienación dentro del modo de producción capitalista es que el trabajador pierde invariablemente la capacidad de determinar la vida y el destino cuando se le priva del derecho a pensarse (concebirse) a sí mismo como director de sus propias acciones; a determinar el carácter de dichas acciones; a definir las relaciones con otras personas; y a poseer los elementos de valor de los bienes y servicios, producidos por su propio trabajo. Aunque el trabajador es un ser humano autónomo y autorrealizado, como entidad económica este trabajador es dirigido a objetivos y desviado a actividades que son dictadas por la burguesía -que es dueña de los medios de producción- para extraer del trabajador la máxima cantidad de plusvalía en el curso de la competencia empresarial entre industriales.

Manuscritos económicos y filosóficos de 1844

Este recurso está alojado en la Fundación Nelson Mandela, pero fue compilado y escrito por Padraig O’Malley. Es el producto de casi dos décadas de investigación e incluye análisis, cronologías, documentos históricos y entrevistas de las épocas del apartheid y del postapartheid.

El concepto de alienación expresa “la transformación objetiva de la actividad del hombre y de sus resultados en una fuerza independiente, que lo domina y le es contraria…”(1) La alienación tiene su origen en la sociedad clasista basada en la propiedad privada. En el capitalismo, en el curso del proceso de producción, el propio trabajador “produce siempre una riqueza objetiva, en forma de capital, un poder ajeno que lo domina y lo explota”(2) Así, las clases explotadas crean y recrean objetivamente las condiciones de su propia dominación y explotación. La conciencia de esto alimenta la lucha de clases contra las relaciones de producción capitalistas.

El objetivo del comunismo es lograr el dominio y el control total de las fuerzas sociales que la propia humanidad ha generado pero que, bajo el capitalismo, se han objetivado como un poder ajeno que se considera que está por encima de la sociedad y ejerce su dominio sobre ella. El comunismo, según Marx, implica la creación de una sociedad en la que “la humanidad socializada, los productores asociados, regulan su intercambio con la naturaleza racionalmente, poniéndola bajo su control común, en lugar de ser gobernados por ella como por un poder ciego”(3).

La alienación social

En sus estudios universitarios en Alemania, Marx se ocupó principalmente de cuestiones filosóficas, concretamente de la filosofía de Hegel y sus seguidores. En sus primeros años de periodismo había discutido la situación de los viticultores del Mosela y el problema de los robos de madera en Prusia. En este último caso, Marx llegó a la conclusión de que el Estado estaba al servicio de los intereses de los propietarios privados, en lugar del interés general. Todavía no había desarrollado la idea de que el Estado es el instrumento que expresa el poder de la clase social dominante. Aunque Marx también empezó a considerar al proletariado como una clase importante, con el comunismo como objetivo, su enfoque era más filosófico que político.

En París, la industria y la clase obrera estaban más desarrolladas en términos económicos y políticos que en Alemania. Las ideas socialistas se discuten habitualmente en los clubes y grupos de trabajadores. Además, Engels había escrito Esbozo de una Crítica de la Economía Política a finales de 1843, y esto comenzó a familiarizar a Marx con la economía política. El análisis de Engels impulsó a Marx a estudiar la economía política, especialmente a Smith y Ricardo. Engels también aportó un estudio sobre la vida de la clase obrera, La condición de la clase obrera en Inglaterra, en 1844. Marx comenzó a criticar a los economistas políticos, lo que dio lugar a sus Manuscritos económicos y filosóficos de 1844 (denominados Manuscritos en estas notas). En los Manuscritos, Marx estableció paralelismos entre la filosofía hegeliana y la economía política clásica, especialmente en lo que respecta al trabajo y su importancia en el análisis de la sociedad. Ambos sistemas de pensamiento sostenían que el ejercicio del trabajo humano era un aspecto esencial para definir lo que era único para los humanos o la esencia de la humanidad.

Sentirse alienado

La alienación del trabajo que tiene lugar específicamente en la sociedad capitalista se describe a veces erróneamente como cuatro tipos o formas de alienación distintos. Se trata, por el contrario, de una única realidad total que puede ser analizada desde distintos puntos de vista.    En los Manuscritos económicos y filosóficos, Marx analiza cuatro aspectos de la alienación del trabajo, tal como se produce en la sociedad capitalista: uno es la alienación del producto del trabajo; otro es la alienación de la actividad del trabajo; un tercero es la alienación de la propia humanidad específica; y un cuarto es la alienación de los demás, de la sociedad. Este cuádruple desglose de la alienación no tiene ningún misterio. Se desprende de la idea de que todos los actos de trabajo implican una actividad de algún tipo que produce un objeto de algún tipo, realizado por un ser humano (no un animal de trabajo o una máquina) en algún tipo de contexto social.

La alienación en general, en el nivel más abstracto, puede considerarse como una cesión de control a través de la separación de un atributo esencial del yo y, más concretamente, la separación de un actor o agente de las condiciones de una agencia significativa. En la sociedad capitalista, la separación más importante, la que en última instancia subyace a muchas, si no a la mayoría de las otras formas, es la separación de la mayoría de los productores de los medios de producción. La mayoría de la gente no es dueña de los medios necesarios para producir cosas. Es decir, no son dueños de los medios necesarios para producir y reproducir sus vidas. En cambio, los medios de producción son propiedad de unos pocos. La mayoría de la gente sólo tiene acceso a los medios de producción cuando son empleados por los propietarios de los medios de producción para producir en condiciones que los propios productores no determinan.